Existen dos tipos principales de cáncer de pulmón. El cáncer de pulmón de células pequeñas (un 20% de los casos) y el cáncer de pulmón de células no pequeñas (sobre el 80% de los casos).
En función del tipo de célula que origina el cáncer de pulmón hablamos de diferentes clasificaciones. Para poder determinar dicha naturaleza es necesario llevar a cabo lo que se conoce como diagnóstico histológico, que consiste en el estudio de una porción de tejido al microscopio. Éste estudio lo realiza el médico patólogo, para su realización correcta son necesarios varios días para procesar e interpretar la muestra.
Existen principalmente dos tipos distintos de cáncer de pulmón:
- Cáncer de pulmón de células pequeñas: representa aproximadamente el 20% de los cánceres de pulmón que se diagnostican. Está muy relacionado con el consumo de tabaco. Suele ser muy agresivo y se extiende rápidamente a otras partes del cuerpo. Tiende a presentar una mejor respuesta a la quimioterapia que otros tipos de cáncer de pulmón.
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Cáncer de pulmón de células no pequeñas: representa aproximadamente el 80% de los cánceres de pulmón diagnosticados. Se subdivide a su vez en tres tipos:
- Carcinoma escamoso o epidermoide: representa el 40% de los cánceres de pulmón, siendo el tipo más común. Son de localización central. Su crecimiento es relativamente lento y provoca necrosis (muerte irreversible de los tejidos que afecta) y cavitación.
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Carcinomas no escamosos:
- Adenocarcinoma: representa el 30% de los casos de cáncer de pulmón diagnosticados. Es más frecuente en mujeres y es de tipo periférico. Puede afectar a la pleura y a la pared torácica.
- Carcinoma de células grandes: el 10% restante, posee características distintas al carcinoma escamoso y al adenocarcinoma.