Cuando el material genético de las células del pulmón se deteriora, éstas no mueren cuando deberían hacerlo, creciendo de manera incontrolada. Hablamos entonces de cáncer de pulmón.

El cuerpo está formado por millones de células, de diferentes tipos tamaños y funciones. Estas células se dividen, formando los tejidos y los órganos. Cuando las células envejecen o sufren algún daño, mueren y son reemplazadas por otras nuevas.

En algunas ocasiones, puede ocurrir que este proceso se descontrole. Las células contienen material genético, conocido como ADN, que determina la manera en que cada célula crece, se divide y se relaciona con las demás. Cuando este material se daña o se altera, lo que se conoce como mutación, el crecimiento y la división celular se ven alteradas, no produciéndose la muerte de las mismas. Así, las células no mueren cuando deberían morir y se crean células nuevas que el cuerpo no necesita. Estas células sobrantes forman lo que se conoce como tumor, escapando de los mecanismos de control del sistema inmune.

Cuando las células de este tumor tienen la capacidad de diseminarse invadiendo otros tejidos cercanos, hablamos de tumor maligno o cáncer.

Cuando las células mutadas tienen su origen de pulmón, hablamos de cáncer de pulmón.

ilustracion-2-cancer-pulmon

Ilustración 2 – Proceso de división tumoral

Los comentarios están cerrados.